Quiero antes
de iniciar esta nota declarar de manera categórica que no tengo, ni tendré, ningúna aspiración política por razones obvias. Siendo así, las reflexiones que a continuación expongo son
las de un ciudadano decepcionado de las pésimas gestiones ediles que durante ya mucho tiempo sufre muestro pueblo.
Parafraseando al
poeta español Jorge Manrique podríamos decir que, con honradas excepciones, todo
alcalde pasado fue mejor porque el siguiente será peor. Claro, esto si nuestros
ciudadanos continúan con la bendita manía de escoger al peor, a aquel que no
respeta el séptimo mandamiento, a aquel que le interesa un bledo el interés público.
Y toda esta manía tiene como sustrato
algunos elementos y mitos que a continuación describo.
EN CHACAS SE
VOTA CONTRA ALGUIEN.- En todas las elecciones se vota contra alguien
favoreciendo a quien sea, con tal que no sea elegido ese contra quien se vota.
Y se está en contra de alguien no porque
tenga malas ideas, porque sea deshonesto sino simplemente porque no es complaciente, solicito
a la dádiva y la sobonería. Cabe destacar, para esta ocasión, los términos buena
gente y servicial, aquel que rompe las reglas para favorecer a alguien.
EL VOTO TIENE
VALOR DE TRUEQUE.- En Chacas como en cualquier lugar del país se ha establecido un valor de trueque
para el voto. Se vota a favor de alguien no por sus ideas, sus planes, su credibilidad,
su solvencia moral; si no por una dádiva una chupeta o un ofrecimiento
laboral. De este modo se anula uno de los elementos básicos de la democracia
representativa cual es, el escrutinio elemental de las propuestas y planes para
un futuro mejor.
CANDIDATO
JOVEN MEJOR ALCALDE.- Se cree que la juventud per se es una virtud que viene asociada al voluntarismo y la idoneidad. La juventud no es
excluyente de la capacidad; pero, no siempre vienen juntos, si no piedras al
canto.
ROBA PERO
HACE.- Es la expresión superlativa de la deshonestidad pasiva. Validar que alguien
haga y robe es de alguna forma afirmar que el robo se justifica por las obras
que hace quien roba. Es de alguna forma decir que yo haría lo mismo y estaría bien
porque estoy haciendo y si hago, el robo como categoría nociva se diluye.
En una nota
anterior plantee algunas ideas que para mí son básicas si queremos que nuestro próximo
alcalde no sea peor que su antecesor.
Primero, tiene
que ser alguien con solvencia moral, profesional, y experiencia en el campo de
la gestión pública. Que entienda que el presupuesto público es público y por lo
tanto debe manejarse con transparencia y con la participación de sus beneficiarios.
Segundo, tiene
que ser alguien que viva en nuestra provincia, que haya sufrido, por ejemplo,
igual que el resto de los ciudadanos la insalubridad del agua, que haya sufrido
la desilusión de una gestión que se sustenta que el personalismo y la autosuficiencia
en desmedro de la participación ciudadana.
Tercero, tiene
que ser alguien que propicie una gestión
convocante, que provoque una sinergia orientada a focalizar los problemas para solucionarlos
desde todos los frentes. Alguien que entienda que la educación es la mejor obra
sostenible y largo aliento que pueda construir.
Sospecho que
no podré influir en muchos; pero, si he influido en uno no habrá sido una tarea
vana. Hacer entender que se elige entre ideas, planes y programas para vivir
mejor y no para tragar saliva de impotencia y coraje mientras un Bertoldino divaga
en sandeces, es una cuestión vital.
No hay comentarios:
Publicar un comentario