martes, 28 de agosto de 2012

GUANARPO MACHO



       Hoy estuve en Sapchá, que está en vísperas de celebrar su fiesta patronal en honor a Santa Rosa de Lima. Una grata sorpresa ver que los sapchinos (espero que ese sea el gentilicio de Sapchá) llegaban entusiastas a celebrar la fiesta a su Santa Patrona. De los dos buses de Turismo Andino estacionados en la plaza bajaban aturdidos los que disfrutarán a rabiar cinco días de fiesta. Entre el gentío se veían lindas jóvenes que serán el atractivo principal de estas fiestas.
        Sentados en la vereda de la iglesia mientras comentábamos el matrimonio que se desarrollaba dentro de la iglesia y compartíamos una botella de néctar de durazno fui testigo de un hecho realmente singular  para mi oficio de buscón de anécdotas. Resulta que el brujo, que había bombardeado a Chacas durante la fiesta a “Mama Ashu” con una letanía iterativa de los beneficios de hierbas y pócimas curadoras de todos los males - a quien dicho sea de paso había intentado retratar junto a su almacén botánico en la plaza de Sapchá - venía por la angosta calle junto al médico de la posta medica de Sapchá. Al instante pensé que venía a reiterarme su reclamo por mi intento de retratarlo y consecuentemente buscando camorra. Mis temores se disiparon cuando vi entrar al médico a  su hospedaje y al brujo colocarse discretamente detrás de nosotros. Sin embargo, el brujo, de rato en rato me lanzaba unas miradas malignas que me hacían temer algún hechizo posterior en mi contra. Mientras intentaba diluir el temor que me inspiraba el tétrico personaje con de sombrerito bajo recordaba la peroración interminable invocando las bondades curativas  al guanarpo macho y hembra para curar los flujos vaginales, el mal de la próstata, el hígado inflamado, el amargor de la boca, y sé no que otros males.
        Al rato el médico sale de su posada  y le sisea al brujo a quien luego le susurra algo que no logro escuchar; pero, veo que le entrega una tableta de pastillas, entonces entiendo que le está recentando  algún fármaco para sus males, tal vez algo para la inflamación prostática que el guanarpo macho no ha logrado combatir. Mi credulidad por la medicina brujera se ha diluido, así como las lecciones que durante toda la fiesta de Mama Ashu y que de manera enciclopédica he recibido por el parlante chillón de junto a mi  casa han  sido inútiles.   

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