jueves, 2 de febrero de 2012

DOÑA ULA Y LA PISTA


Este último lunes estuvimos reunidos en Lima don José Zaragoza, Don Roque Otárola, El Consejero Regional  Wilfredo Ramírez Padilla, Kathy Zaragoza y yo. Se trataba de un almuerzo en el Club Ancash, generosidad de don José, luego de  algunas visitas a entidades públicas, para tratar algunos asuntos respecto de la construcción de la Carretera Carhuaz-Chacas-San Luis  los que esperamos se solucionen a favor nuestro por parte de SERNANP y el Ministerio de Energía y Minas.
La reunión de por si, por la presencia de todos los mencionados, fue sumamente grata y en ella, como siempre don Roque, puso de manifiesto sus dotes de narrador y evidenció nuevamente ser baluarte de nuestra tradición oral chacasina. Bueno, él nos regaló algunas historias breves que cual frescos festivos de nuestras imperdible vivencia infantil perduran en su recuerdo. Y como no puede ser de otra forma quiero compartir con todos ustedes mis queridos lectores estas dos breves historias una referida a Misael Noriega y otra a mi primo  Máximo Vidal (Venshi) insignes maestros de muchas generaciones.
La feligresía de alguna Virgen o Santo que el  santoral  de mi mente no recuerda, iba con paso tardo acompañando al santo cura que con la sotana  lustrosa de tanto uso se distinguía en la luz ambarina que las velas producían. La variopinta feligresía  que vela en mano manifestaban su devoción a la sagrada imagen  llevaba en procesión al santo o santa para pedirle que termine la sequía. Mientras un grupo de niñas vestidas de tul blanco se ahogaba con el humo de incienso en su afán de elevar la humareda por los confines del límpido cielo mientras la feligresía cantaba con furor el Ave María. De entre el gentío se distinguía una voz  grave, como si se produjera de una trombón, destacándose del resto voces que en su mayoría eran de mujeres y niños. La curiosidad de doña Maura para descubrir la voz de barítono colisionaba con su recato para comportarse en una procesión; de modo que su inicial inclinación a voltear  fue reemplazada por la pregunta a su comadre Ula que caminaba a su lado: “Coma, ¿Pitá parlantinora cantaycamun?”(*). Doña Ula más desenvuelta  torció el cuello, reconoció al púber de cuya garganta se producía la voz y respondió: “Don Helipa teta voz choluncha”(**), legandole casi para siempre, al púber, el sobrenombre para el deleite de sus pares.  
Por esos mismos tiempos corrían en tropel la muchachada entre ellos un mozalbete de que en estos lares se denominan “Awilan watasha”(***) que traducido a términos de conducta  sería algo así como engreído y sobreprotegido. Pues iba este entre  los otros haciendo alboroto y en su descontrolada huida accidentalmente arremetió  contra la estabilidad de doña Ula que iba envuelta en su pañolón negro camino a la iglesia,  quien resultó con su humanidad en el empedrado como una calabaza. Repuesta del susto y de la caída expresó como un furibundo dardo lo siguiente: “Imananquita, aw  Don Pushpipa ichiclla itzoj goruntan ninasha cholu”(****).  Capicho, camarada del mozalbete empujador tal vez por su ingenuidad o con malicia respondió: “¿Reguinquichi?”(*****), generando la hilaridad de todos los presentes, luego  la vieja Ula escupiendo una andanada de insultos persiguió al respondón a pedrada limpia olvidándose de sus oraciones matutinas.
(* ) Comadre, ¿quién es aquel que canta como un parlante?
(**) Hijo de voz gruesa de don Heli.
(***) Criado por la abuela
(****) Oye joven con un parecido al pequeño testículo de Don Pushpi, ¿qué tienes?
(*****) ¿Conocerás?

1 comentario:

  1. Nostálgicos recuedos de la memoriosa "tutuma" de Roque. Era febrero de 1959: ¡53 años transcurridos! ¡Y el amor a Chacas persiste!

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