miércoles, 28 de noviembre de 2012

PUTAS EN EL ESCAPARATE



PUTAS EN EL ESCAPARATE

Pepe, diminutivo de José que fonéticamente no tiene relación con el nombre.  Sin embargo, viene de José que era el padre putativo de Cristo, es por eso que José es PP (Pater Putatibus).
Cuando en la Universidad Villarreal la cachiporra y el garrote habían reemplazado  a las ideas; cuando el joven Pepe Urquizo - ahora Ministro de Defensa - en nuestras reuniones estudiantiles intentaba imitar sin éxito los mohines y facundia del   hechicero de palabras que era Alan García; yo, me mantenía en Lima pordioseando la hospitalidad de los parientes y dilapidando en libros  las escaza pero generosa remesa que cada mes que mi madre me enviaba a la capital de mis dorados sueños. De hecho eran tiempos difíciles por un lado estaba  la demencial beligerancia de Sendero Luminoso, por otro lado la respuesta facistoide de los Comando Rodrigo Franco y otras sectas que pululaban generando temor entre la población estudiantil que osaba pesar diferente al pensamiento guía de la mafia instalada en la universidad, sin contar la crisis económica que cada día era peor.
Un día en el que, particularmente para mí, el atardecer dibujaba un ambiente  mustio  en las calles de la  Lima gris del centro, mientras merodeaba las partidas de ajedrez que longevos jugadores confrontaban con una parsimonia inescudriñable, me encontré en la Colmena con Pepe Ríos, a quien en el colegio conocíamos como “Yana Pepe”. Tiempos en que el  desasosiego  y la nostalgia se habían apoderado de mí y la única forma que recuperara la quietud era fumarme los veinte cigarrillos que traía el paquete de Premier; esto claro, si el dinero me alcanzaba; porque sí no tenía que recoger los puchos que había lanzado a la azotea que se veía desde cuarto en la que me había confinado mi tía y hacerme un buen cigarrillo.
Resulta que en esos tiempos, Pepe, había conseguido un  trabajito como auxiliar de educación en un colegio del Agustino, y por lo mismo, a diferencia de mí que era un estudiante desventurado, tenía el privilegio de tener un sueldo y de  granjearse ciertas comodidades. No bien lo vi mi espíritu afligido se reanimó, porque de hecho es un consuelo encontrar a un paisano en donde casi nadie te conoce; y más aún si existe la posibilidad de brindar unos vasitos de cerveza recordando tantos hechos agradables de nuestra lejana tierra. En efecto, Pepe, después de los saludos me propuso tomar unas cervecitas en un local de Striptease  que hace poco habían inaugurado por ahí y que podría haberse llamado El Mokambo, si me memoria no me falla.  Luego de aclararle que tal vez mi economía de estudiante no me permitiría retribuirle y frente a su disposición de correr con todos los gastos ingresamos al local donde vimos, por doquier,  mujeres en trajes ligeros que se contorsionaban en una especie de escaparate para evitar las manos atrevidas de los parroquianos.
No bien nos habíamos sentado a una de las mesas pegadas a la pared se acercaron y sentaron junto a nosotros dos muchachas en ropas menores evitando que pudiéramos salir y pidieron cuatro botellas de Champan. Pepe inmediatamente protestó porque él no había hecho ningún pedido; pero, las damiselas escanciaron el espumoso licor en los cuatro vasos dispuestos para los cuatro comensales que éramos contando a las chicas. Del brindis casi no participó Pepe porque  se sentía amoscado pues él no había hecho el pedido; sin embargo, yo viendo que el gasto ya estaba hecho le di unos sorbos al Champan. Culminado el brindis, las chicas se pusieron en retirada dejándonos con las botellas a medio acabar. En esas circunstancias se acercó el mozo con la cuenta que equivalía a los dos tercios del sueldo del auxiliar  Pepe. Frente a ello Pepe se negó a pagar argumentando que no había hecho el pedido. Entonces el mozo luego de una ligera discusión se retiró y vino en su lugar un negro paquidérmico y como un fogonazo lanzó la pregunta: ¿Vas a pagar la cuenta o no? A lo que Pepe respondió con un rotundo no. Entonces de un solo impulso el negro levanto del pecho a Pepe y en vilo lo traspaso por sobre el mostrador y entre los dos mozos empezaron a escrutar cada bolsillo del pantalón y camisa mientras el pobre Pepe me daba una tarjeta dándome indicaciones que llamara no sé a qué tío militar. Entonces el negro se dio cuenta que existía e hizo el amague de empezar la requisa conmigo; pero cuando vio que solo ponía a buen recaudo mi carnet universitario el negro cimarrón desestimó su intento.
Cada moneda extraída de los bolsillos de Pepe fue contada para abonar la deuda de los cuatro champanes que las nenas habían pedido y bebido y no alcanzaron a juntar la deuda total. Entonces el negro como compensación solo nos pudo lanzar la racista expresión: ¡Largo serranos de mierda!. Solo entonces se  nos ocurrió cobrar venganza por semejante saqueo y humillación viendo desfilar en el escaparate a las bellas putas que iban desprendiéndose de sus diminutas prendas y lanzándolo por los aires mientras nosotros permanecíamos abatidos acuclillados con las manos en las mejillas.
(Texto escrito hace algunos meses, motivo por el cual pueden encontrase ciertos anacronismos)

martes, 6 de noviembre de 2012

RECUERDOS DE UN VIAJE




Enfrentar la hoja en blanco tratando de pergeñar alguna historia que bulle en nuestra mente como bicho encerrado que intenta escabullir su encierro es una tarea poco menos que angustiante. Sin embargo, el recuerdo de un encuentro con un primo te devuelve, a veces, esa vocación casi innata de narrar, o como dijera GGM, la bendita manía de contar.
Ayer me he encontrado, en una calle mojada por la lluvia de la víspera, con Hernani Amez quien vive en los Estados Unidos que anda de visita después de mucho tiempo y de manera fugaz por Chacas. Andaba junto a “Tato” Reyes (a propósito cual es el nombre de Tato, nos conocemos tanto tiempo y nunca me había preguntado cual es su nombre), buscaban carbón, les di una pista, espero que hayan encontrado. Sucede que encontrarme con Hernani, me llevó inmediatamente a recordar una serie de circunstancias de un viaje, que bien vale recordar.
Delmar tenía un camioncito DODGE 300 celeste de quien era asidua cliente una mujer huaracina a quien  en Chacas solo la conocimos por “La Viuda”, que se dedicaba a la compra y venta de frutas. Una mujer sumamente impulsiva y en ocasiones  desprendida con sus virtudes femeninas; que en una ocasión, no quiero recordar por qué, no tuvo el menor empacho de zamparle un furibundo golpe con el taco de su pesado sueco en la frente a Jeshu Lento. La misma que al abrir la puerta apolillada de la cantina de doña Virginia sorprendiendo  a Mundo fisgoneando por la rendija de la puerta para ver quienes “chupaban” dentro lanzó la memorable y sarcástica sentencia: “Aca core río, coren sapos”*.
Con “La Viuda ” a bordo del camión un grupo de amigos, aprovechando nuestra cercanía a la parroquia conseguimos cada uno de nosotros que la parroquia nos enviara en comisión de servicios a la ciudad de Huaraz. Delmar, el trasportista, con su cliente contratista -La Viuda- a la diestra, Mundo a comprar abono e insecticidas, Uruchi a comprar huevos para la incubarlos en la incubadora que nos había obsequiado Giuseppe, Wapi a hacer unos trámites en  HIDROANDINA y la  ABB  que no tenía oficina en Huaraz y yo, que por ese entonces trabajaba en la Cooperativa Artesanal don Bosco, a hacer unos trámites en el Seguro. Cada uno cumplió su cometido en horas de la mañana y en la tarde nos dedicamos a ayudar a Mundo que en cada tienda era tratado como párroco y que no aclaraba su condición de lego con la finalidad que le rebajaran el precio de las cosas.
Con satisfacción de tarea cumplida paseábamos por las bulliciosas calles de Huaraz  cuando una figura hercúlea y unas barbillas en el horizonte de una de las calles con aire a subterráneo se configuraron como Hernani. Luego de los saludos protocolares, casi inmediatamente, Hernani nos invitó a  un lugar que se llamaba la “Cueva del Oso”. La camarera que nos vino a atender fue inmediatamente acribillada por las miradas lujuriosas de quienes veníamos como mineros del viejo oeste aparentemente a quebrantar la ley y el orden. Todos nos servimos con agrado la copas de licor  que de cuando en cuando nos traía la camarera excepto Mundo que tomaba con ciertas reticencias por un problema en sus articulaciones. Pero, cuando el licor empezó a introducirse en cada una de sus vasos capilares parece que las articulaciones empezaron a distenderse y Mundo pidió que nos trasladáramos a una discoteca.
En la discoteca el lego Mundo que había sido confundido como clérigo se  despachaba cada ritmo con una coreografía nunca vista para nuestros ojos comedidos más bien al recato  y la timidez. Cuando se percató que no bailábamos arrumados en un rincón de la discoteca, no dudó en dictaminar lo siguiente: “Hernani mañana venimos solamente nosotros. No hay que traer a estos aburridos”, dictamen que nos sonó a orden de retirarnos y en efecto nos fuimos dejando a Hernani y Mundo en la discoteca “Amadeus”.
Legamos al amplio dormitorio quíntuple del Hotel “Landauro” en que nos habíamos hospedado y nos disponíamos a dormir cuando escuchamos el crujido de las tablas producto de los borceguís  de Mundo que se acercaban a la puerta. Al rato unos tímidos golpes se escucharon en la puerta, era Mundo que intentaba que le abriéramos la puerta; como nadie le abrió recurrió al cuartelero para que le abriera la puerta. Una vez dentro, procuró hacer el menor ruido para encontrar su cama; sin embargo, desde lo más profundo de su lecho Uruchi le espeto: “Carajo, estas son las horas de llegar?”
Al día siguiente desde las seis empezaron los comentarios, las bromas y los planes para el retorno. Mientras la charla se mantenía viva observé que debajo de la cama de Wapi había un pantalón, muy sigilosamente lo arrastre y empecé a hurgar en los bolsillos. Encontré un fajo de billetes y otros cachivaches plásticos, entonces extrayendolos y haciendo alarde y para que todos vieran empecé a contar el dinero diciendo “a ver, cuánto he gastado anoche. Cien, dos cientos, tres cientos…” a lo que Wapi inmediatamente replicó “Oye, mira Curu no ha gastado casi nada”, sin entrar en la cuenta que contaba su propio dinero. Cuando se dio cuenta que contaba su propio dinero se abalanzó como una fiera para rescatar  sus magros ahorros.
*“Por acá recorre un río, corren sapos”

viernes, 12 de octubre de 2012

NUTRICION VERSUS CARRETERA VICOS CHACAS

Fuente: ONG "Amigos Solidarios"

Acabo de recibir  el informe de peso y talla, indicadores nutricionales, por parte de la ONG “Amigos Solidarios” que opera en la provincia de Asunción. Este informe es el resultado de la investigación hecha por “Amigos Solidarios” siguiendo las recomendaciones de la OMC (Organización Mundial de la Salud) para estos estudios.
Tal vez deba mencionar que la insuficiente ingesta de proteínas, energía, vitaminas y minerales, y/o la presencia de infecciones recurrentes por un periodo prolongado son las causantes de la desnutrición crónica. Asimismo debemos recordar que la desnutrición crónica está estrechamente relacionada con problemas de aprendizaje, deserción escolar y la baja productividad del individuo.
Fuente: ONG Amigos Solidarios


De los resultados del estudio hecho por “Amigos Solidarios” se observa, tal como se puede verificar en los cuadros adjuntos que el estado nutricional o mejor la desnutrición y desnutrición crónica en los estudiantes se encuentra en una situación alarmante. 
Esta situación debe generar en todos nosotros una seria reflexión si nos consideramos una sociedad responsable. No podemos permitir que nuestra sociedad condene a nuestros futuros ciudadanos a la mutilación de las posibilidades de desarrollo físico e intelectual de los mismos. Por eso urge una política de gobierno local, regional y nacional para revertir esta situación vergonzosa para una sociedad que se supone consciente, responsable y solidaria. Es necesario que nuestra autoridad local genere las condiciones políticas y de gobierno para que estas poblaciones reciban la atención adecuada en condiciones de dignidad; lo que debe expresarse en oportunidades de trabajo para los padres, programas de capacitación de buena alimentación de niños y padres; y eventualmente un programa de asistencia directa.
No entiendo como algunos quienes dicen preocuparse por el  desarrollo de nuestro pueblo derrochan  su tiempo y sus sueños para quimeras como la carretera Vicos -Chacas, distrayendo el dinero del pueblo en obras que pueden  ser útiles pero no prioritarias. Como puede ser posible que en un país como el  nuestro se gaste casi un millón de soles para un tramo de carretera que no une ningún pueblo (Chacato- Juistush) –cuando, además, ya se está construyendo  una carretera asfaltada (Carhuaz-Chacas-San Luis) para el mismo pueblo que pretenden beneficiar - mientras cientos de niños sufren desnutrición y  muchos de ellos de manera crónica.  Como puede ser posible que autoridades y gentes por cálculo político se olviden del fin supremo de la sociedad - el ser humano- para atender preocupaciones estrictamente políticas. Es el mundo al revés, es decir primero lo prescindible después el hombre.




martes, 9 de octubre de 2012

DE COMO MOZO SE CONVIRTIÓ EN ACHACU


Este relato recoge la versión oral que circula en Chacas sobre una anécdota que puede no sea real,  pero que circula. Este relato pretende ser el recuerdo de un hombre a quien la memoria colectiva evoca como un concejal ejemplar (de los que ahora escasean) por su trabajo y dedicación al servicio del pueblo de Chacas, me refiero a Isaías Zaragoza, más conocido como “El Tosco”. Los otros dos,  para quienes son de Chacas sin duda son identificables, son  Máximo Vidal y Gabriel Balmaceda.


Una tarde de fines de noviembre, mientras el sol como despidiéndose con nostalgia del día escamoteaba los altos picos de los cerros para filtrar su últimos rayos, tres jóvenes cazadores oteaban en la escarpada y boscosa falda del cerro que frente a ellos, pensaban, escondía  el cérvido que tanto esperaban.  El paquete de coca envuelta en papel de azúcar permanecía cautiva en el piso y  de rato en rato era llevada por las ansiosas manos hasta la boca. La escena parecía un cenáculo  de antiguos monjes en meditación mirando el horizonte buscando el sentido de las cosas. Ocasionalmente  aquel silencio imperturbable era quebrantado por el ruido que producía el vuelo rasante de algún pájaro perseguido por otro o el golpeteo del porongo de cal en el puño de alguno de ellos.

                Los tres vigilantes  eran Venshi, Mozo e  Ishaco; experimentados cazadores que de cuando en cuando subían a las altas quebradas para abastecer su despensa con la apetecida carne del venado. No esperaron demasiado; cuando apenas  el sol ocultó sus últimos rayos, un robusto cérvido macho salió de su escondrijo  ramoneando la fresca hierba que con últimas lluvias habían crecido en un claro de la escarpada  sierra. Como algo concordado los cazadores se dispusieron en posición de combate; Venshi con la Winchester, Ishaco con el Mauser, mientras Mozo mascullaba una oración para que el tirador no fallara. Venshi tiró del gatillo y una explosión remeció la quebrada como anunció de los últimos instantes  de vida del cérvido que caía exánime  en el fresco follaje. No hubo necesidad de que el rematador jalara el gatillo, el animal se desangraba con los ojos retorcidos.

El animal fue cargado por los cazadores hasta un riachuelo que discurría cerca, despanzurrado y descuartizado fue divido entre los cazadores en orden de jerarquía. Empaquetado las partes del pobre animal se dispusieron a dar buena cuenta del fiambre que cada uno de los cazadores había traído. Venshi extrajo de la alforja de cuero dos latas de filete de atún y una bolsa de panes, Ishaco un cuy frito y una buena porción de cancha y Mozo un buen pedazo de jamón. Compartieron de buen talante toda la merienda. Sin  embargo, Ishaco pidiendo las disculpas del caso se reservó un pedazo de jamón anunciando:  “Kay warmepami she, allapan yachan”*; anuncio que entre los otros provocó una sonrisa chacotera. Para diluir la grasa, Venshi, ofreció una botella de ron que fue circulando entre ellos hasta altas horas de la noche mientras  compartían anécdotas adosados  al fogón que habían encendido.

Al día siguiente apenas el alba se anunció en el horizonte cargaron los empaques en los borricos y emprendieron el retorno silbando  una tonada andina con el fusil al hombro. Cuando llegaron a las afueras de la cuidad cada quien enrumbó a su hogar a descargar la preciada carga para en la tarde despacharse un jugoso bistec. Ishaco llegó a su casa donde le esperaba  la esposa con entusiasmo para ver la carga. Mientras descargaba, Ishaco, alcanzó a su esposa el paquete que se había asegurado de reservar y le alcanzó diciéndole: “Ka’h yachangaykita apamuro”**, la esposa presurosa se dirigió a la mesa de la cocina y desempacó el paquete encontrado en él una mentula que no era sino del cérvido degollado. Su indignación no fue poca, enrostrándole al esposo su falta de respeto y consideración, desmoronándose en un sollozo de impotencia. Enterado del entuerto y herido en lo más íntimo de su dignidad Ishaco entró en la cuenta que la noche anterior Mozo había birlado el pedazo de jamón y lo había reemplazado por  la mentula fresca del cérvido fusilado, entonces juró vengarse. Desde entonces, Mozo, que no podía andar de día por temor a la amenaza jurada, se convirtió en Achacu (zarigüeya) y solo anda en las noches alimentándose del maíz de las trojas.

* "Esto es para mi señora, le gusta mucho"
** "Toma, he traido lo que te gusta"







martes, 28 de agosto de 2012

GUANARPO MACHO



       Hoy estuve en Sapchá, que está en vísperas de celebrar su fiesta patronal en honor a Santa Rosa de Lima. Una grata sorpresa ver que los sapchinos (espero que ese sea el gentilicio de Sapchá) llegaban entusiastas a celebrar la fiesta a su Santa Patrona. De los dos buses de Turismo Andino estacionados en la plaza bajaban aturdidos los que disfrutarán a rabiar cinco días de fiesta. Entre el gentío se veían lindas jóvenes que serán el atractivo principal de estas fiestas.
        Sentados en la vereda de la iglesia mientras comentábamos el matrimonio que se desarrollaba dentro de la iglesia y compartíamos una botella de néctar de durazno fui testigo de un hecho realmente singular  para mi oficio de buscón de anécdotas. Resulta que el brujo, que había bombardeado a Chacas durante la fiesta a “Mama Ashu” con una letanía iterativa de los beneficios de hierbas y pócimas curadoras de todos los males - a quien dicho sea de paso había intentado retratar junto a su almacén botánico en la plaza de Sapchá - venía por la angosta calle junto al médico de la posta medica de Sapchá. Al instante pensé que venía a reiterarme su reclamo por mi intento de retratarlo y consecuentemente buscando camorra. Mis temores se disiparon cuando vi entrar al médico a  su hospedaje y al brujo colocarse discretamente detrás de nosotros. Sin embargo, el brujo, de rato en rato me lanzaba unas miradas malignas que me hacían temer algún hechizo posterior en mi contra. Mientras intentaba diluir el temor que me inspiraba el tétrico personaje con de sombrerito bajo recordaba la peroración interminable invocando las bondades curativas  al guanarpo macho y hembra para curar los flujos vaginales, el mal de la próstata, el hígado inflamado, el amargor de la boca, y sé no que otros males.
        Al rato el médico sale de su posada  y le sisea al brujo a quien luego le susurra algo que no logro escuchar; pero, veo que le entrega una tableta de pastillas, entonces entiendo que le está recentando  algún fármaco para sus males, tal vez algo para la inflamación prostática que el guanarpo macho no ha logrado combatir. Mi credulidad por la medicina brujera se ha diluido, así como las lecciones que durante toda la fiesta de Mama Ashu y que de manera enciclopédica he recibido por el parlante chillón de junto a mi  casa han  sido inútiles.   

viernes, 10 de agosto de 2012

NADIE PODRÁ PARALIZAR LA CARRETERA ASFALTADA A CHACAS

Manuel Roca-Punta Olimpica

Jesús Luis Zaragoza Caldas
Telf.: 954814464
La Carretera Chacas Carhuaz se inició en 1921. En la década del 50 y 60 del siglo pasado, a través de faenas comunales los “garacos” y campesinos henchidos de fuerza y coraje convocados por los pregoneros y al compás de los cajeros trabajaron los primeros kilómetros de la carretera con la ilusión de unirnos al callejón de Huaylas en transporte vehicular. Los verdaderos gestores de esta gran obra son los cientos y miles de chacasinos -nuestros abuelos y padres- que en forma voluntaria y sin pago alguno delinearon el rumbo a “puro punche”.
Toda obra o acción trascendental siempre cuenta con entusiastas protagonistas, gestores y ejecutores del sueño a realizarse. También por variadas motivaciones existen individuos o grupos que son contarios.  En el caso de la carretera a Chacas, fuerzas retardatarias  de la obra, se han perfilado buscando inútilmente su paralización. Legal, moral y políticamente Chacas en forma unificada seguirá en su desarrollo y progreso. Veamos estos casos:
1.    GILMER LEONIDAS ASÍS ORTÍZ
Mediante el Expediente Fiscal 2010-164, las autoridades del gobierno regional fueron denunciadas por una presunta sobrevaloración de la carretera. El Fiscal Anticorrupción José Checa Matos, -muy amigo de Asís Ortíz- pretendió direccionar la investigación con el objetivo de paralizar la obra, tal como se había efectuado en el hospital de Huaraz. El Ministerio Publico lo saco del puesto de Fiscal y las investigaciones deben continuar conforme a Ley, si hay sustentos y pruebas.
Gilmer Asís en Huaraz se hizo conocido como un vulgar delincuente. Se hacía pasar por senderista, realizando chantajes por cupo de dinero. La policía y el poder judicial pusieron tras las rejas a este personajillo.
2.    MODESTO JULCA JARA
El congresista Julca Jara, sostuvo “que el Presidente Regional de Ancash, ha comprado con migajas de pan, dotándoles de dinero a cada uno de los chacasinos para que puedan salir a las calles de Huaraz con el pretexto de evitar la paralización del trabajo de la carretera”. Estas declaraciones causaron repugnancia en los pobladores y autoridades de Asunción y Fitzcarrald, quienes dijeron: “nos movilizamos en forma voluntaria y espontánea por ser el sentir de la población, y estaremos siempre atentos a todas las pretensiones de paralizar nuestra carretera”.
Este chistoso congresista también ha sostenido “De los estudios que se han hecho está carretera cuesta como 4 millones y medio de soles, cuando lo normal es que el costo por kilómetro es de 2 a 2 millones y medio de soles”. Consultado con expertos señalan que por el cálculo de un trabajo en una zona del Parque Huascaran, el valor en ejecución está en el rango internacional, en todo caso que se investigue en forma apropiada sin perjuicio ni paralización de la obra.
Y quien es Modesto Julca Jara? Nada menos que cuando jefe de PRONAA se hizo conocido en un escándalo gastando más de 12 mil soles en jarana, vino y show con unas vedettes. Este malversador, dejo sin atención a varios programas  sociales abandonados.
3.     EMPRESA CORMIPESA MINERA AÑORGA
La empresa “Añorga” que opera en Chacas desde 1998, hasta la fecha no concluye una central hidroeléctrica. Funcionarios corruptos del Ministerio de Energía y Minas le han ampliando los plazos hasta en tres oportunidades. Actualmente esta empresa minera pretende una indemnización por 17 millones  de soles para dar pase de carretera en el tramo  cercano a Ogsha bodega, encima de Mashinca. Añorga tiene la concesión del uso de todas las cuencas de agua de nuestra provincia y no hace mucho intentó instalar una planta de flotación de mineral en las zonas altas de Huallin lo que fue impedido valientemente por los pobladores.
La lectura de la resolución ministerial 495-2000-EM/VME del 2000 es prueba contundente, señala: “Que, mediante Resolución Ministerial 036-98-EM/VME, publicada el 26 de enero de 1998, se otorgó a la solicitante Autorización para desarrollar la actividad de generación de energía eléctrica en la futura Central Hidroeléctrica Centauro, que se ubicará en el paraje Centauro, del distrito Chacas, de la provincia Asunción, del departamento Ancash, con la obligación de construir las obras correspondientes y poner en servicio dicha Central antes del 30 de junio de 1999, de acuerdo con el cronograma propuesto originalmente, y mediante Resolución Ministerial Nº 397-98-EM/VME del 24 de agosto de 1998 se amplió dicho plazo hasta el 1 de junio del 2000; Que, con fecha 2 de febrero del 2000, CORMIPESA ha solicitado la ampliación del plazo para la ejecución de las obras y puesta en servicio de la citada Central hasta el 3 de setiembre del 2003, sustentando su solicitud en hechos de fuerza mayor que han impedido la continuación de las obras correspondientes”
La empresa Añorga ha solicitado al Ministerio de Energía y Minas para lograr sucesivas ampliaciones de plazo en los años 2007, 2009 y 2012; las mismas  que han sido aprobadas que no entendemos los motivos de dichas prorrogas. En la fecha existe un serio inconveniente con la empresa CORPORACIÓN MINERA DEL PERÚ S.A. – CORMIPESA, (Añorga) que desde el inicio de las obras de la carretera, no ha permitido ejecutar los trabajos en dicho sector de la carretera, toda vez que el canal construido por CORMIPESA, se encuentra invadiendo el derecho de vía de nuestra carretera que tiene más de 70 años de antigüedad.
Se viene desarrollando una serie de gestiones en este rubro. Pero el pueblo se hará respetar, así como el 20 de junio último donde el Frente de Defensa, las organizaciones sociales, cívicas y gremiales así como las autoridades realizaron un paro de 24 horas. Más de cuatro mil ciudadanos chacasinos se movilizaron el contra la empresa Añorga
Luego de más de 20 años de trámite del Centro Representativo Asunción Chacas y de su comité pro carretera que efectuaron varias gestiones en Lima y Huaraz, -con su propio peculio- ahora es una realidad inocultable, como para mostrar a los “hombres de poca fe”. Ahora que la carretera y el túnel están en ejecución debemos mantenernos vigilantes y prepararnos con júbilo para su inauguración en marzo de 2013.

Jesús Luis Zaragoza Caldas
Telf.: 954814464

sábado, 4 de agosto de 2012

EN PIRUSHTU HAY UNA BANCA ...



Hoy hemos ido al local de la Cooperativa Artesanal “Don Bosco” en Shullya Yacu a recoger unas vestimentas de “Huanquilla” que el capitán de Huanquilla del año pasado no ha entregado y que Coñi Aguirre (Huanquilla amateur y sempiterno) había obsequiado al Colegio Amauta Atusparia. Nos atiende, Lorgio Arellán, el solícito administrador melenudo de esa cofradía de artistas de la madera. Esa  melena   abundante y retintamente negra nos infunde unas ganas incontrolables de meterle tijera, pero hay que contenerse y guardar la cordura. Mientras esperamos la entrega de las vestimentas Lorgio nos invita un café expreso “italiani” que está preciso para el frío que nos embarga en la sombra mientras los rayos solares resplandecen afuera. Al acercarnos a servirnos el café a una especie de aparador - repostero nos sorprende gratamente los detalles del mueble que según Lorgio es un “experimento” y que al toque me sugiere la pregunta de por qué ese experimento no lo han hecho en mi casa. El negro café nos ha quedado “chico” pero las reglas sociales nos impiden pedir repetición. Mientras nuestro deseo insatisfecho se va disipando, Lorgio, nos invita a observar un parque infantil que ha instalado en un terreno aledaño a la Cooperativa. El parque tiene algunos juegos como columpios, un potro salvaje mecánico, etc. etc., que muy pocos chacasinos conocen y saben que existe.
Al regreso nos muestra una banqueta con techo que  un grupo de artesanos se afanan en acabar. Lorgio nos dice que será ubicado en “Pirushtu”, lugar al que la tradición chacasina le ha otorgado el sino de reducto de los corazones enamorados. Apenas termina de mostrarnos estos trabajos gratuitos que realizan se nos viene a la mente una paradoja: como es que en el Perú puede suceder que instituciones que tienen ingentes recursos no pueden realizar, construir o gestionar obras con poca inversión pero que pueden atraer visitantes mejorando nuestra infraestructura turística y explotando nuestras tradiciones en vez de distraer recursos en obras elefantiásicas que muchas de ellas no van servir a nadie; verbigracia, Carretera Chacato-Juitush. Según Lorgio, estas iniciativas; es decir las de las bancas y parques, no pasan de una inversión de tres mil soles; pero, de hecho fortalecen nuestras potencialidades turísticas y ojala despierten iniciativas públicas en la misma dirección.
Esta visita, entre los concurrentes, nos conduce a un debate en la que la discusión se orienta a cómo podríamos recuperar parajes turísticos como “Hurahuanca”, “Mamita Lurdes”, “Ucchu Rumi”, “San Juan Cruz”, “Gantu Jirca”, etc. a través de una política de puesta en valor con infraestructura, reseña escrita con relatos que podría venderse a los visitantes y un servicio de visita guiada que se plantee como opción alternativa de disfrute de nuestra riqueza cultural e histórica local.
De lo narrado surge la interrogante ¿por qué quien tiene que tener la iniciativa, el empeño y la imaginación para generar espacios y alternativas de desarrollo turístico sostenibles, con poca inversión y buen gusto no lo realiza? ¿O será que solo aquel que hace las cosas de manera gratuita inyecta a  sus obras buen gusto, perspectiva de futuro y sentido de “austeridad”?.

jueves, 28 de junio de 2012

EL JINETE DE SAN JUAN CRUZ


Escudo de Armas del apellido Amez
Esta nota, que después de algun tiempo de silencio, quiero compartir con ustedes está referida, entre lineas, a un tema muy sensible en Chacas. Expresa de alguna forma el racismo y la discriminación que de manera soterrada se expresa en muchos de nuestros actos y expresiones. Resulta que mi abuela materna era de descendencia Amez, un apellido muy   abundante en Chacas y que según la genealogía que he investigado tiene origen vasco. Menciono esto solamente para desmentir que tenga origen inglés como algunos alegan. Además digo que mi abuela era Amez para poner en evidencia que tengo sangre Amez en las venas para que luego nadie pueda pensar que tenga alguna animadversión en contra de los Amez. Por el contrario tengo una gran cantidad de parientes y amigos apellidados Amez a quienes aprecio y tengo en gran estima.
Por la vía materna tengo también la sangre de los Falcón que es otro de los apellidos que abundan por estos lares. Por lo mismo el protagonista de esta nota, es tío mío, a quien igualmente le tengo estima y un aprecio especial. Y quería hacer esta digresión antes de extenderme en el objetivo de esta nota porque podría suscitar alguna susceptibilidad entre mis ocasionales lectores que tenga alguno de esos apellidos o ambos. De modo tal, que el pequeño relato que continuación esbozo, con el agregado de algunos de mis traumas y fabias de niño, es solo una caricatura y exageración de lo que realmente sucedió. 
Cada vez que aquel jinete aparecía desde las afueras del pueblo por el pedrerío de San Juan Cruz como tocados por un pánico colectivo el vecindario experimentaba  casi al unísono un cierrapuertas. Su indoblegable rocín  jadeante y trémulo ponía sus acerados cascos sobre el empedrado de las calles produciendo chispas y centellas mientras su apocalíptico montador con las riendas en ristre repartía chicotazos  a los cuatro vientos. Las viejas invocaban a Santa Bárbara y los niños se apretujaban de terror en el regazo de sus madres cuando escuchaban repiquetear los herrajes del cuadrupedo moro en el piso empedrado.  Cuando llegaba a la plaza sus movimientos se hacían impredecibles. Hasta podía introducirse, sobre su jamelgo, a la bodega de algún descuidado comerciante que no se había percatado de su presencia y no tuvo tiempo para cerrar su puerta. Ya adentro; el jamelgo como si se hubiera puesto de acuerdo con su jinete para producir mayor crispación, se cagaba sobre el límpido piso de la tienda ante espanto del abacero.
Mientras, a través de los orificios de las viejas puertas los niños veían horrorizados a aquel jinete que en la cosmogonía  infantil local era temido hasta el espanto. Y aquel día sería como una especie de exaltación de sus hazañas; se trepó por las escalinatas del atrio de la iglesia que tenía la puerta abierta por ser domingo, luego de dudar por un instante se introdujo a la iglesia produciendo la exclamación de la cucufatas, el terror de los niños y la sonrisa prudente de los maestros que espiaban todos sus movimientos desde los resquicios  de las puertas . Luego de unos instantes sumamente largos para las cucufatas, que se habían despachado varias avemarías y dios te salve marías, el jinete salió  intrépido y sin ningún arrepentimiento por la puerta lateral que los chacasinos llamaban “Pachan Puncu”. Nunca nadie supo lo que se produjo dentro de la iglesia. Puede que haya hecho una reverencia a la Virgen o que se haya arrepentido dentro, aun cuando todos en el pueblo atinaron a calificar como apostasía aquel acto de arrojo o de insensatez.
Luego, de un solo rebenque hizo saltar  a su caballo  hasta la puerta del Concejo Municipal desde donde anunció una proclama condimentada de ajos y cebollas para finalmente sentenciar en quechua: “Caraju, Chacas progresanga amezcuna ushacayaptinrami”*; y raudamente espoleó su caballo y desapareció como un viento cerril por entre el pedrerío de San Juan Cruz.

 *  Carajo, Chacas prosgresará cuando los Amez se acaben.

viernes, 1 de junio de 2012

DE CANDIDATOS Y OTROS CUENTOS

Trabajos en Boca de Tunel Punta Olimpica lado Chacas
He leído con cierta alarma algunos correos que han circulado esta semana a partir de la reunión que han sostenido algunos paisanos residentes en la ciudad de Lima con los cinco congresistas por Ancash. Correos en los que se reproduce una especie de nota de prensa que hace referencia a que un 80% por ciento de los chacasinos participantes de esa reunión, paradójicamente, están de acuerdo en que se construya la carretera Marcará Chacas en contraposición al proyecto Carretera Carhuaz-Chacas- San Luis que por lo menos tiene construido un 60 % de vía asfaltada de Carhuaz a Chacas e iniciado los trabajos de construcción del Tunel Punta Olímpica.
He estado meditando estas últimas semanas y días por qué algunos paisanos se empecinan e insisten en un proyecto que ya está deslegitimado por la propia realidad y la eventualidad de la concreción del Proyecto Carhuaz Chacas San Luis.
Resulta que como hinchas militantes de un equipo de futbol hay gente que piensa, discute, emite juicios, eyacula genialidades cuando la pelota está fuera de su alcance porque en las tribunas no se define el partido. De modo similar que hay personas que aprovechándose de mitologías ancestrales y añoranzas bucólicas  pretenden, desde los confines de la capital, empujar el pensamiento colectivo hacia un proyecto innecesario habiendo otras necesidades de urgente solución. Y no creo que ellos, quienes quieren hacernos creer  que la vía Marcará Chacas será mejor que la que se viene construyendo, crean sus propios argumentos. Ellos han descubierto que es una vena útil para alimentar un espíritu de falsa reivindicación social y cultural entre la población menos favorecida de modo tal que se puede percibir  un trasfondo electorero.
En las últimas elecciones casi todos los candidatos, sino todos, no eran residentes de nuestra provincia, hecho sintomático que denota un “voluntarismo acendrado y coyuntural”. Solo me pregunto, entenderá alguien que no sufre la escasez de agua, la falta de oportunidades laborales, el caos vehicular, el abandono del campo y el consiguiente descalabro de la agricultura, lo que la población necesita. Si de veras hubiera vocación de servicio creo deberíamos ver a nuestros virtuales candidatos agarrando el timón del arado para abrir los surcos de nuestros desarrollo todos los días, acá en Chacas, pueblo que pretenden gobernar, disfrutando de sus logros y sufriendo sus reveses. O será que alguno se pretende iluminado que con su sola presencia y con el apoyo de los que creen en quimeras, como la carretera Marcará Chacas, los hará competentes para solucionar nuestros problemas. Sería bueno que ese mismo ímpetu con el que defienden su sueño de la Carretera Marcara Chacas lo pusieran para lograr que toda la población cuente con agua potable porque  no tenerlo es un indicador de pobreza; sería bueno que ese mismo ímpetu lo pusieran para lograr sistemas de irrigación que permitan recuperar los campos agrícolas abandonados y campesinos desocupados, y no sería suficiente ese ímpetu para lograr que cada niño vaya bien desayunado a la escuela.
Volviendo a lo de la carretera Carhuaz Chacas San Luis, hemos tenido la suerte que circunstancias  y voluntades hayan confluido prodigiosamente para que nuestro  sueño imposible de contar  con una carretera asfaltada sea una realidad y para que algunos que tienen inoculado la ponzoña en el espíritu demuestren su deslealtad con el pueblo  denunciando sin fundamentos una obra que beneficiara a todos, incluso a los que se oponen.

viernes, 18 de mayo de 2012

"CHINCO CHOLES ROJO"


Dentro de la pléyade de personajes típicos de Chacas, había uno que el ingenio popular había bautizado con el nombre de “Solterito” a pesar de que tenía esposa. Este era un personaje al que la naturaleza no le había sido muy generosa, pues era medio sordo, con algunas taras al hablar y razonar, en suma un Upa y que en la actualidad eufemísticamente se diría una persona con necesidades especiales. Y le decían “Solterito” porque se ufanaba de ser soltero a pesar de tener pareja la que igual que él era una persona con “necesidades especiales” y con un carácter intransigente motivo que sin duda lo alentaba a flamear por los cuatro vientos su ficticia soltería. El hacía labores de peón por los que cobraba un jornal de diez soles.
En esos tiempos la denominación de los billetes de cinco y diez soles tenía el color verde y rojo respectivamente. El de cinco soles tenía la imagen del Inca Pachacutec y el de diez la imagen del Inca Garcilazo de la Vega.
Sucede que cada vez que había pago de jornales los eventuales patrones de “Solterito” aprovechando las carencias de este, intentaban injustamente pagarle cinco soles cuando el jornal era de diez soles. Pero, él, poniendo en práctica sus rudimentos sindicalistas, quien sabe invocando mentalmente a Marx, Lenin y otros patronos del sindicalismo, reclamaba el pago de “Chinco choles rojo”; es decir, diez soles.
Por esos mismos tiempos en Chacas un extraviado cerdo, jumento y raras veces torete aterrizaba con una frescura descomunal al verde kikuyo de la Plaza de Armas que sin duda era una tentación para cualquier herbívoro.  Motivo por el que el alcalde comunicó a los moradores que cualquier “animal mostrenco” que atracará en la plaza sería conducido al coso y quien  condujera al animal al “coso” seria beneficiario de un billete de diez soles de oro. El  “Coso” era una especie de penitenciaría de animales dañinos, y los cerdos eran dentro del prontuario de animales de Chacas uno de los animales más dañinos y lo curioso es que parece ser que el cerdo tiene como una especie de sentimiento de  culpa después de su fechorías porque luego se esconde como si se sintiera arrepentido. De ahí la expresión “Dañucusha cuchino wiyaraycan” (está escondido y callado  como un chancho después de hacer daño).  Así que los muchacho de ese tiempo estábamos a la pista de cualquier cerdo que apareciera para costearnos las dulces y coloreadas raspadillas de Don Amalio con el producto de la dura jornada de conducir un marrano extraviado en la inmensidad de la Plaza de Armas al fétido  coso de don Factor Carbajal.
Durante un tiempo las matronas se cuidaban de desatender sus deberes de crianderas y no había jornada para la muchachada ávida de los diez soles para financiar sus más caros deseos. Jorge, zamarro desde que nació hasta que murió, escaso de los recursos para el acaramelado helado de don Cadillo  se la ingenio para,  junto con sus “compinches” (otros niños de sus edad), conducir un par de cerdos al coso y reclamar el estipendio correspondiente y gastar a sus anchas el producto de su honrado trabajo.
Sin embargo, en la tarde una encolerizada doña Llui, madre de Jorge, reclamaba la libertad inmediata de sus cerdos  ante un atónito don Factor que no entendía como los cerdos que habían sido traídos por Jorge eran reclamados por doña Llui. Mientras, Jorge, oculto entre los matorrales ensayaba una sonrisa sardónica  acariciando en sus bolsillos las últimas monedas de los dos billetes de “Chinco choles rojo”.
(Historia sugerida por Justo Zaragoza)

viernes, 13 de abril de 2012

NO LLORES POR MI POMABAMBA

“En las oficinas de ANTAMINA un emocionado alcalde espera impaciente la llegada del gerente quien le va anunciar que la empresa minera ha dispuesto donar un cargador frontal al municipio de Pomabamba. La impaciencia lo incomoda pero tiene que calmarse. Al fin, después de una larga espera llega un encopetado funcionario de ANTAMINA quien lo saluda cordialmente. Luego de una charla protocolar  el funcionario aborda el tema de la donación. Luego de dar las características de las maquinas que podrían donar interroga al burgomaestre por cuál de ellas decide: ¿por la de 500 o 600 caballos de fuerza?. El alcalde luego de un ligero cálculo replica: Mire en Pomabamba no tenemos mucho pasto así que nos llevaremos la de 500 caballos fuerza nomas.”
El relato anterior me lo refirió un colega profesor en la ciudad de Pomabamba hace una semana. Pues me encontraba prófugo; ante una inminente borrachera por la llegada de unos primos achispados opte por la fuga, por la tranquilidad alejada de la tentación del vaso y el deleite de la meditación balsámica de Semana Santa allá por las tierras que un día vieron nacer a mi abuelo paterno. Intento infructuoso, pues, en todas partes se cuecen habas. Apenas llegué empezó un encierro en el Coliseo de Gallos “Yayno” dónde tres veces nos olvidamos nuevamente de Cristo antes que cantara el gallo. Pues las amistades que un día forjaste están ahí, en todas partes para remojar en un vaso de cerveza los recuerdos de cada pendejada en la que la vida te ha puesto como testigo.
Volviendo al relato inicial, pueda que sea real como dicen, pero más bien creo yo que es una forma de graficar la insolvencia administrativa y de gestión del alcalde de un municipio que tiene solo de ingresos propios una recaudación mensual de 120, 000 soles. Si pues, es notoria la situación de abandono y descuido la que se evidencia en las calles llena huecos, en la Plaza con elementos por decir lo menos de mal gusto. Imagínense un monumento al nevado alrededor de la pileta cuando al frente puedes ver la espectacular belleza de las cadenas montañosas llenas de nieve. Que preferirias ver: el monumento de cemento pintada con esmalte blanco o el nevado natural allá en el horizonte. Pero, el monumento a la ineficiencia es la carretera que une Piscobamba y Pomabamba. Me preguntaba mientras conducía si  Pomabamba una de la ciudades más antiguas y pujantes de los Conchucos merecía una carretera en esas condiciones. Sinceramente  más que carretera parecía un paisaje lunar con cráteres a cada paso.
Creo que esta realidad que no es ajena a muchos de nuestros pueblos debe conducirnos a una reflexión sobre la elección de las autoridades ediles y los funcionarios “de confianza” de estos. Uno de los derechos democráticos es elegir, pero también es un derecho esperar que ese a quien elegimos cumpla con sus ofrecimientos y  solucione nuestros problemas. Para gobernar tienes que vivir en el país que gobiernas, conocer sus problemas y haberlos sufrido. Y no solo eso uno no puede lanzarse al rio si no sabe nadar, la administración y la gestión no pueden ser una jungla desconocida para que un aventurero con machete en mano vaya pasito a paso descubriéndola.   Para gobernar tienes que pensar que construirás tu autoridad con decisiones que crees que podrás harás cumplir y beneficiaran a la mayoría y no necesariamente alimentaran tu ego o criterio. Gobernar implica utilizar el consenso como mecanismo de acuerdo, pensar que la lógica de que la necesidad publica es  prioritaria y no puedes creer que te han elegido para hacer las cosas de acuerdo a tu libre albedrio como en la vieja Francia de los reyes absolutistas en la se creían iluminados por Dios. 

jueves, 15 de marzo de 2012

LAS MAMACHITAS

Ayer he cumplido 16,437 días de vida y no sé si los he vivido todos o por lo menos todos de manera sobria. Sin duda cada uno de esos días están mezclados con la vida de muchos amigos, y que duda cabe parientes, a quienes aprecio sin medida; y hasta cierto punto a partir de ellos es que confió, tengo fe y esperanza que existo. Algunos de ellos me han otorgado el título generoso de “escritor”, cosa que no me lo creo; y otros, mucho más generosos aun, me han hecho entender con diatribas o con un airecito doctoral de una manera muy sutil que no soy lo que los primeros piensan que soy. De modo tal,  que sacando la cuenta debo ser alguien que solo quiere compartir, con ustedes que me leen, algunas historias de nuestro querido Chacas que me cuentan o las escucho a través del recuerdo que me dicta al compás del tenue tañer de la lluvia sobre tejado colorado de mi casa. Una de esas tantas historias que se amotinan en mi mente para salir a través de estas manos perezosas, que por un  mes han estado reacias a escribir, es esta, que quiero compartir con ustedes, con el riesgo que alguien deje de sonreír porque se siente aludido. Pero tranquilo que todo es pura fantasía o invención mía. 
Un muchacho, ex infante de marina con las ilusiones de convertir el verde prado de las propiedades de su padre en productivas tierras de cultivo; donde las papas en floración coquetearan con las frágiles mariposas en vuelo,  los maizales con sus anchas hojas  arroparan las robustas mazorcas del maíz blanco y las espigas de trigo azularan el horizonte en el tenue roce con el viento; llegó de vuelta al pueblo que casi estaba despoblado. Con mucho entusiasmo y poca suerte logró cultivar algunas hectáreas de su heredad. Sin embargo, la poca pero buena producción no calmó sus sueños y siguió, con una tenaz determinación, labrando la tierra que si daba buenos frutos no podía vender y si podía vender no había frutos. Bien dice el dicho: Cuando tengo sed no tienes agua y cuando tienes agua no tengo sed. Así se comporta a veces el destino, pero igual la cosa no iba tal mal.
Sucedió un día que en esta comarca también llegó la ilusión de la democracia en la que todos podemos elegir nuestro alcalde pero pocos tienen cifrado en su destino la gracia de ser elegidos. Casi siempre el pueblo prefiere  al que le hará imprecar por sus desatinos y su soberbia; y casi siempre también el elegido cree que, como le han dicho que la voz del pueblo es la voz de Dios, debe actuar  como Dios; es decir, de acuerdo a su libre albedrío. Pero este no sería el caso de nuestro joven protagonista. El joven ex infante, cuyo padre había sido partidario de una ideología proscrita por la ley y que ahora con los nuevos vientos recuperó su legalidad, casi como otra sucesión paterna adoptó como suya el partido que fuera perseguido por sus ideas de justicia y cambio. En las justas electorales poniendo como portaestandarte su entusiasmo de un destino mejor para todos encandiló a tirios y troyanos con su bizarría, y su facundia que envolvía la ilusión entre letras rimbombantes cual mago que trasforma los sueños en realidades a través de conjuros. Y pues como no podía ser de otra manera ganó las elecciones por un  largo margen a sus opositores que no eran pocos.
Instalado en el sillón edil con el traje ceñido a la medida del tío fallecido hace poco,  empezó a despachar con su inagotable entusiasmo; sin embargo, algunas de sus decisiones se estrellaban contra la dura realidad de la magra finanza de la Alcaldía. Pero no restarían su entusiasmo aquellos trances que el destino a veces nos pone, él seguía adelante con su sueño de justicia que Haya de la Torre  le había heredado a través de su padre.
Un domingo  disfrutaba con los amigos, aprovechando la calma dominical, el amargor portentoso  de unos vasos de cerveza. Estaban allí un policía a quien llamaban “Japallan Cholu”; el gordo “Winshi”; “Wapi”, el ubicuo; “Churu”, el alcalde; un tal Mirko, postulante a voluntario de la “Operazione Matto Groso” y un  primo de este último, una especie de precursor  de rastafari lacio o seguidor de Sanson en estas tierras inhóspitas donde solamente el chisme y de vez en cuando la ventisca levantaban revuelo y polvo. Cuando el sol había traspuesto el meridiano el “Rastafari” vencido por la botella circulando la embriaguez y el sol inclemente se fue a recostar en la cama del burgomaestre.  Casi al instante tocaron las apolilladas y celestes maderas desvencijadas que colocadas en el arco de la entrada de la casa ostentaba el nombre de puerta. Cuando “Wapi” abrió la puerta vio delante suyo a dos primorosas jóvenes que no eran otras que las enfermeras que había conseguido el alcalde que el estado asignara a la Posta Médica de Chacas. Las hizo pasar con un besito en la mejilla y una reverencia interminablemente fingida para ocultar la protuberancia que las hormonas apelotonadas obraban como por arte de magia cada vez que veía a una mujer.
Luego del saludo protocolar, ellas, explicaron al burgomaestre el motivo de tan inusual visita. Sucede que las señoritas venían a exigirle que si quería que se quedaran, el municipio debía brindarles el alojamiento y la alimentación, de lo contrario se irían porque el alcalde de San Luis les estaba ofreciendo dichas gollerías. El alcalde escuchado el petitorio, rompiendo su habitual serenidad, las despacho al quinto infierno con una serie de exquisiteces escatológicas. Las señoritas casi en estado de pánico  y como en estampida huyeron por el empedrado mientras “Wapi” las trataba de retener y “Winshi” exclamaba con desesperación ¡Nooo, a las mamachitas no las botes¡. ¡No por favor a las mamacitas nooo¡. Pero las mamacitas ay siguieron huyendo.
“Winshi” que durante el alboroto de la estampida no se fijó por donde salieron las mamachitas empezó a hurgar en cada uno de los cuartos buscándolas con desesperación y empecinamiento hasta que llegó al cuarto del alcalde en el que vio que un cuerpo grácil con una blonda cabellera yacía en el lecho edil. Sin más apuro que su extraviada búsqueda le producía se recostó junto al cuerpo, que en su delirio creía, de una de las mamachitas.  El rastafari  retornando de un recóndito  sueño despertó cuando notó que un robusto brazo lo ceñía con candor. De un solo codazo el cuerpo que lo apretujaba rodo por el polvoroso suelo. El rastafari se levantó raudo y salió despavorido al patio para anunciar con incredulidad:
“Oye, ese gordo me ha querido friquear”.

jueves, 16 de febrero de 2012

¡RESCÁTAME MAMÁ!


Doña Virginia se había marchado de vacaciones a Lima dejando la administración de su incipiente negocio al pequeño Francesco, es decir; dejando al gato de despensero. Hecho el inventario visual encontramos una botillería de licor de fantasía ralamente acomodados, una docena de latas de sardinas acomodados en forma de triángulo  en el entrastado y bajo el mostrador un par de cantaros de chicha rebosantes de espuma que se escapaba por entre las corontas que servían de tapa. El gordo Francesco alardeaba de su libertad e independencia con la llave entre sus manos mientras nosotros imaginábamos el camino que nos condujera a dar rienda suelta a nuestras sed que empezaba a despertar y no terminamos de saciar hasta ahora.
Una de esas tardes en la antigua Escuela de Chacas, cuyas ventanas daban a la plaza y el bullicio que producían los niños se escuchaban como una melodía festiva en las manzanas que circundaban la plaza, planeamos llegar al cántaro de chicha a través de un partidito de fulbito. La apuesta: un Sol de Oro por persona, obviamente producto de la mano furtiva que había incursionado en la caja de la tienda de papá. Los jugadores: Francesco Alva (Uruchi), Coñi Aguirre (Conejo), Marco Gracia (Llushtu), Matin Vidal (Matu), Henry Amez, Manfredo y Libio Zaragoza (Tsapa y Chichu Pishgu), Mesias Amez (Perico), Armando Saldaña, Gilberto Conroy (Gilbe) y yo. El escenario: la canchita de barro de la escuela en la que los dos equipos nos dispusimos cual combatientes después a  vencer o morir. El partido se fue animando por un gol del delantero Henry a quien todos temían marcar porque de un solo fierrazo  podía derribar al defensa más fornido. Luego de algunos encontronazos, canillas moreteadas, y algunos conatos de bronca el partido terminó 3 a 0 en contra de nosotros.
Sudorosos nos dirigimos a la tienda de doña Virginia  guiados por el inefable Francesco que iba delante nuestro haciendo chanzas y mofándose de nuestra derrota. Cuando llegamos a la vetusta puerta Francesco se apresuró a abrirla con la presunción de un hombre libre e independiente. Entramos todos los futboleros  con una sed de caballo luego nos despachamos cuantas jarras de chicha nos alcanzaban todas ellas premunidas del respectivo alcohol. Poco a poco el licor se introdujo en nuestros torrentes sanguíneos y el mundo empezó a darnos vueltas sobre la cabeza haciéndonos verificando la teoría de Copérnico que nos contaba el profesor que la tierra gira  y gira alrededor de  un cántaro de chicha.
Era una experiencia absolutamente inédita para todos que en cada uno de nosotros se traducía en  animación romántica, inspiración musical y en algunos en desesperación. Marco subido en el balcón gris declamaba poemas de su propia inspiración a Elvirita, mientras Francesco ensaya un huaynito a capela. En tanto Coñi en quien  la chicha con su punto había hecho estragos en su temple y su estómago, pues la chicha que había ingerido era regurgitada con una violencia espectacular lo que le desesperó hasta vendernos con sus gritos desesperados a través de la rendija de ambas hojas de la puerta. Alguien debió escucha  sus gritos en este pueblo, que en vacaciones estaba desierto, y contarle a su mamá que su hijo estaba en trance, pues de pronto la voz de su mamá que lo llamaba desde afuera nos convenció que estábamos perdidos, se había descubierto nuestra primera borrachera. Francesco se resistió a abrir la puerta que estaba asegurada con un candado de los tiempos de don Ishta, así que Coñi que gritaba desesperadamente: ¡Mamaaaá!  ¡Mamaaaá! ¡Mamaaaá! Fue sacado por el estrecho resquicio que formaba las jambas de la puerta.
Y desde esa vez cada que podíamos recurríamos a esa tienda en busca de algún líquido que saciara nuestra sed.  

jueves, 9 de febrero de 2012

LAS CURVAS ME ESTÁN MATANDO *

Iglesia de Chacas antes de 1970

"Los perros ladran cuando los tigres pasan";
Anuncio  de un antiguo vehículo.
Un camión verde estuvo estacionado durante meses frente a mi casa mientras mi niñez iba cuajando una curiosidad decidida en cada oportunidad de pendencia que la vida, frente a Plaza de Armas, iba regalándonos. En el  frontis (canastilla) tenía una inscripción imprecisa que denotaba obviamente una inconstancia del dueño en los predios del amor. “Amor Chacasino” era la inscripción  que le había puesto proclamando día y noche un amor indeterminado, inconstante, sin dueño ni destino, imperfecto qué duda cabe. Era uno de los pocos carros que rodaban por la recientemente inaugurada carretera Chacas San Luis. Un día el dueño trajo a unos extraños hombres vestidos de mameluco azul con manchas negras de grasa. Descapotaron  el vehículo sacaron una especie de caja negra e introdujeron otra y luego el camión empezó como a roncar con dificultad y revivió nuevamente.  Después de tantos meses el “Amor Chacasino” nuevamente se movió como un animal monstruoso despejando la vista a la plaza desde mi puerta. Luego entendí que todo ese periodo de inacción obedecía solo al desgaste de la batería.
Para los niños de mi generación el carro  generaba una especie de fascinación, de encantamiento por lo tecnológicamente inédito. Claro pocos eran los privilegiados  que podían viajar a las ciudades y así conocer estas bestias mecánicas que podían transportar gentes, ganado y “la mar de cosas” como decía mi tío Federico Vidal. Por esa fascinación sin duda, íbamos hasta Huanunga a esperar agazapados entre las pencas para evitar ser descubiertos por el “Cholillo” del ómnibus  de “Cóndor de Chavín”  o “Peru Andino” y treparnos (gorrear) a nuestro gusto en la escalera trasera. Era un viaje inimaginable que implicaba el gusto de engañar al “cholillo”, de ser trasportado sin hacer ningún esfuerzo y ver los surcos del campo verde y lozano  como estelas en el mar tras de nosotros. A veces cuando éramos descubiertos  recibíamos una nutrida golpiza que el pérfido chollilo manguera en mano no propinaba; o había alguno que rodaba en la curva masticando la polvareda de la derrota al ser expulsado por la fuerza gravitacional de bus. 
Claro, luego algunos chacasinos con posibilidades adquirieron algunos vehículos menores. Una de ellas la camioneta  DATSUN amarilla del Tío Estenio y la Camioneta Ford Bronco de Don Cornelio Fueron algunos que nos permitían sustraernos del esfuerzo de caminar   para ir de paseo o asistir a hurtadillas a alguna fiesta patronal, íbamos cual polizontes de un buque carguero en el regazo de los rincones menos imprevistos de sus tolvas .
Conforme crecíamos nuestras oportunidades de treparnos de manera lícita a un vehículo crecieron y claro también nuestras posibilidades de ver y enterarnos como la palanca podía servir como recurso de galanteo y enamoramiento. Sucede que unas señoras de los contornos de Jambón, un tanto emperifolladas con trajes coloridos,  aretes de perlas de fantasía y una dentadura relampagueante por las incrustaciones de oro y plata bebían hasta muy entrada la tarde en una cantina de la plaza. Eran un señoras de aquellas que por estos lares se les endilga el  epíteto  de “costa purisha”* con un castellano atropellado y una vida un tanto liberal. Pues, el primo Wenceslao había compartido  con ellas  algunas botellas de la novísima bebida denominada “Cerveza”, que por esos tiempos se iba haciendo popular. Ebrias ellas en la cantina más pintadita de Chacas consiguieron convencer a Wenceslao que las llevara en su camioneta roja recién adquirida con los beneficios que su mina le  otorgaba. Sentado al volante ebrio de amor  y ansioso de cortejo embarcó a las dos damiselas una a su diestra  y la otra en el asiento trasero. Claro, la más fortachona, la más “pode” como diría, Delmar, iba junto a él. Emprendió viaje junto a su gordura, que se empezaba a insinuar, y las dos cortesanas  al compás de  unos valsecillos llorones de Carmencita Lara y cada vez que escuchaba que el corifeo de la orquesta desde el fondo de la música decía “¡Pica cholo!” aplastaba el acelerador con furia mientras la palanca  de cambios se enredada por entre los pliegues de la falda azul de la Doña. Cada curva era un recodo agudo en la que los cuerpos de acercaban como un remolino de pasión. Con los cuerpos un tanto maltrechos llegaron a l fin a su destino la condenada curva de Jambón que nunca llegaba para la dama y que para el desconsuelo del conductor estaba cada  vez más cerca.
 El día siguiente las dos damas en el pueblo comentaban ese farragoso viaje entre los curiosos que querían escucharlas en los siguientes términos: “Ese Winshi desgraciao, ayer llevao a Jambón. Oyi, cada ratu meti palanca. Meti palanca por aquí, meti por aya. Cada curva encima de mío como  costal di papa, casi dar cachitada si no es por qui está masu menos”.

* Inscripcion vista en un camión de un comerciante muy conocido en Chacas.
* Que conoce la costa o ha vivido en la costa.