domingo, 13 de marzo de 2011

HURAHUANCA, LA PIEDRA DE ABAJO


Huarahuaca era algo así como el balneario donde los niños de Chacas íbamos en las tardes a disfrutar de nuestras de vacaciones.  Casi todos aparecían en las tardes con sus barretas, lampas u otra herramienta  sin otro atributo para el baño que su cuerpo. Las herramientas las llevábamos ante la eventualidad de que que la poza se desbordara por efectos del pataleo y presión del agua. Cuando eso sucedía todos  hacíamos lo imposible para evitarlo, aun así el agua mezclada con el barro de los muros se iba, cenagosa, terminando nuestra diversión. Había entonces nuevamente que reconstruir la poza palmo a palmo sin desfallecer.
En esas tardes ocurrían cosas inimaginables para la pacata feligresía católica que infalible asistía a los rezos en las noches o  hacían procesiones en la Semana Santa. Fue en una de esas tardes que alguien recibió  una feroz coz de una burrita que tranquila pastaba, como reacción ante el  inaudito hecho de sentir  entre sus piernas unas manos cariñosas.
Todas las tardes la ribera de la poza se convertía en un templo tributario de Onán, donde sus fieles organizaban torneos en las que calificaba la distancia de asteroides líquidos o el crecimiento de la melena púbica.
Ahí aprendimos estilos de nado como el “Ujaquimí” (Matando Piojos), “Machetito”, “Peinadita” entre otros. Hubo como siempre alguien más adelantado que otros un tal “Sejro Fillico”; Sejro por mocoso y Fillico por Felipe. Se comportaba  como pez en el agua pues nadaba mejor de lo que caminaba y además era quien inventaba los estilos de nado.
Ahora el riachuelo casi seco y contaminado no existe en el imaginario popular. Si alguna autoridad tuviera la inteligencia de recuperar algunos de estos lugares, que tienen que ver con nuestro folclore y tradiciones sería una muestra de que tiene neuronas aun latentes. Pues  si no, no entiendo cómo  se activará el turismo en nuestra zona.

2 comentarios:

  1. Nuestras neuronas han cambiado considerablemente, porque, nos encontramos en un mundo moderno, en un mundo globalizado, donde el crecimiento es el objetivo de todas las corporaciones y gobiernos que desarrollan un ambiente de ganancia económica.

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  2. Esta historia me transporta a la infancia, habia olvidado esos peculiares estilos de nado. La última vez que salimos de caminata con mis hijos les contaba de los chapuzones en aquel río que ahora es practicamente seco y lleno de basura, bolsas, etc. Ojala se pueda recuperar ...
    Justo Zaragoza

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